sábado, 21 de noviembre de 2015

Cerebro adicto Desde hace década y hasta el día de hoy, la drogadicción es considerada por varios sectores de la sociedad como un problema moral y de falta de voluntad, pero varios especialistas la declararon como enfermedad crónica y mortal. Todos los niveles de la sociedad padecen este mal, que atrapa desde niños, adolescentes y adultos sin importar sexo, credo o nivel de educación. Especialistas de todo el mundo investigan este fenómeno social en busca de la forma de contrarrestar la problemática que genera la drogadicción con el afán de lograr encontrar un tratamiento que logre mejorar y prolongar la calidad de vida de todos los enfermos de este terrible mal. La adicción enfermedad crónica La adicción se da en etapas, en la primera se inicia utilizando las sustancias con el fin de alcanzar la euforia, sin embargo con el tiempo se va elevando el consumo hasta que el cerebro se adapta a la sustancia por lo cual se genera de este modo la dependencia de la droga, con esto se detectan varios signos de la adicción como lo es: consumir droga de forma regular, se da la impotencia de abandonarla, se empieza a gastar en la droga cada vez más dinero al grado de llegar a robar para poder obtenerla, aquí se siente que se necesita de la droga para poder accionar normalmente. Cuando se abusa de ella se alteran zonas del cerebro como lo es el tallo cerebral, que se encarga de controlar el ritmo cardiaco, la respiración y el sueño asimismo procesa la información sensorial y permite pensar, planear, resolver problemas y tomar decisiones. Al ingresar las sustancias en el cerebro obstaculizan el intercambio de información neuronal ya que los neurotransmisores cumplen la función de adherirse a un receptor de otra neurona las cuales por la droga llegan a dañarse. La estructura química que posee la mariguana (cannabis indica) y la heroína es tan semejante a los neurotransmisores, por lo cual los receptores las aceptan como tales, las anfetaminas y la cocaína hacen que se incremente la cantidad de neurotransmisores evitando con ello que exista una comunicación neuronal plena con el cerebro. Biología y ambiente Para que se dé la adicción existe el factor genético el cual oscila entre el 40% y 50%, lo demás son factores ambientales, sociales, y culturales si el individuo contara con cierta vulnerabilidad, es te no entraría en el porcentaje de consumidores si en su círculo social y costumbres estuvieran fuera de esta prácticas. Varias acciones ayudan a contrarrestar esta enfermedad como lo sería entre otras tantas: el acceso a una buena educación, una estrecha supervisión de los padres cuidando cualquier cambio físico y emocional de los hijos, contar con un ambiente digno, contar oportunidades de desarrollo y acceder a un nivel de vida aceptable, esto es en cuanto al hogar, a nivel institucional la secretaria de salud deberá desemplear políticas serias y contundentes con el fin de prevenir y desalentar con mayor énfasis el consumo de enervantes. Vulnerabilidad y problemas mentales En las instituciones psiquiátricas habitan un gran número de pacientes mentales los cuales consumieron varios tipos de sustancias psicotrópicas y cuentan con la presencia de trastornos simultáneos llamado comorbilidad, el consumo en exceso de estos aumentan el riesgo de padecer en el futuro de depresión incluso esquizofrenia. Consecuencias sociales familiares y de conducta La adicción conlleva graves consecuencias para la salud las relaciones humanas asimismo afecta el bienestar personal familiar y social, este mal afecta varios circuitos cerebrales dice el Dr. Rubén Baler,”sino también los relacionados con el aprendizaje, con la memoria, con el control de emociones, con la toma de decisiones, son varios los circuitos. Todos ellos interactúan entre si y muestran una disfunción debido al uso de estupefacientes en el adicto, los efectos en la salud van desde enfermedades cardiovasculares, enfisema cáncer, desarrollo de males mentales irreversibles incluso la muerte”. Es por esto que se buscan enfoques de un tratamiento que permita al adicto poder abandonar la droga y al mismo tiempo cambiar las causas que provocaron y agravaron la adicción. El adicto merma su propia vida que lo afecta motivacionalmente y lo hace perder su fuerza de voluntad, algunos reciben tratamiento con fármacos controlados, otros requieren de terapia cognitivo-conductuales o hasta intervenciones motivacionales, el tratamiento se define en base al sujeto, el tipo de sustancia, el ambiente en que vive y sus recursos .No se resuelve solo el problema bioquímico, se requiere terapia multidimensional que entrene de nuevo al cerebro que aprendió algo anormal, la adicción es una enfermedad de aprendizaje. ¿Por qué elegí este tema? Por ser un tema de actualidad y fuerte, el cual conozco un poco, ya que tuve la desgracia de caer en ella me fue muy difícil lograr salir y librarme de esta terrible adicción. Inicie mi escrito basándome en lo que conocí y me apoyé en algunos folletos, me fue difícil al iniciarlo pero después empezó a fluir con facilidad.
El cerebro adicto

jueves, 22 de octubre de 2015


Tecnologías de la información y comunicación (TIC).

Actualmente las TIC han transformado la forma de interactuar y de aprender. Un ejemplo de esto es la creación de escuelas virtuales para estudiar desde casa o trabajo.

La modalidad abierta y a distancia se ha desarrollado por etapas:

1.     Enseñanza por correspondencia (a finales del siglo XIX y  principios  del XX) por medio de materiales impresos y servicios postales. El único contratiempo es que el alumno se encontraba solo con el material impreso.

2.     Enseñanza multimedia (surge a partir de 1960)  a través de medios como: teléfono, televisión y recursos audiovisuales. Este paquete  Institucional  contaba con material impreso y cada vez más material electrónico.

3.     Telemática (surge a partir de 1970) ligada a las TIC. Inserción en telecomunicaciones CD-ROM.

4.     Enseñanza colaborativa basada en Internet (surge a partir de 1980). Recursos enviados a través de la web y se clasifican en sincrónicas (chat, videoconferencia) y en asincrónicas (correo electrónico y foros de discusión). El estudiante toma un papel activo y autogestor y el docente es un guía y facilitador del aprendizaje.

Con esta etapa surge la educación en línea donde se deja el ser alumno para convertirse en estudiante, con pautas de funcionamiento basadas en la autonomía y la madurez a diferencia del alumno tradicional que depende de la acción e instrucción del docente Bautista, Borges & Forés (2006).

Según (García Aretio, 2014, pág. 19) “la educación a distancia se basa en un diálogo didáctico mediado entre docentes de una institución y los estudiantes que ubicados en espacios diferentes al de aquellos, aprenden de forma independiente o grupal”.

Características que debe tener un estudiante.

Ø  Actitud proactiva es decir un amplio margen de libertad y autonomía para tomar decisiones del aprendizaje y desempeño sin perder de vista el objetivo planteado.

Ø  Compromiso con el propio aprendizaje. Responsable del aprendizaje, agente activo y autogestor del mismo.

Ø  Consciente de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias. Siempre en desarrollo para aprender a aprender. Debe generar y potencializar estrategias que faciliten la recepción y análisis de la información para acceder en cualquier momento de cualquier forma y a su propio ritmo.

Ø  Actitud para trabajar en entornos colaborativos. Esta oportunidad de trabajar entre pares enriquece el proceso cognitivo y de desarrollo.

Ø  Metas propias. Siempre buscar alternativas de solución. En esta modalidad los límites los pone el estudiante.

Retos que debe tener el estudiante.

Ø  Dejar atrás el aprendizaje dirigido (debe ser autogestor, autocrítico y reflexivo).

Ø  Evitar memorizar y repetir el conocimiento (analízalo, procésalo y aprópiate de él y proyecta su sabor).

Ø  Dejar atrás los entornos competitivos (el trabajo colaborativo enriquece el conocimiento y fortalece el aprender a aprender).

Ø  Gestión y administración del tiempo (agendar las actividades escolares, personales, laborales, etc.).

Ø  Destrezas comunicativas (potencializar las habilidades de lectura y escritura).